Y viendo las gentes, subió al monte; y sentándose, se llegaron á él sus discípulos.
Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los mansos: porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán hartos.
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón: porque ellos verán á Dios.
Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Mateo 5:1-9 Amén.
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