ISAÍAS 64:8
Por. José H. Cárdenas.
Pondré la palma de mi mano
sobre mi boca,
paz en mi mente
y en mi corazón
para no alzar la voz
como si yo fuera
algo más de lo que soy.
Soy lodo
siempre lo he de recordar,
polvo de la tierra
nada más,
pero de tu palabra: la humedad
me emblandece
para ser moldeado
al deseo de tu corazón.
Sé que en un recomenzar
este lodo que ahora soy
¡oh mi Dios, tu lo haz de transformar!
Comentarios
Publicar un comentario
Comentarios, preguntas y sugerencias son bienvenidas.
¡Paz de Dios sea contigo!