Una gota del amor celestial

Amar no es ordinario, implica entrega y a la vez libertad,
no es decir en palabras lo que sientes
sino sentir en acciones lo que dices,
amar no es un fruto que es para un solo día,
es un fruto que crece en ti y luego lo vuelves a sembrar,
multiplicándolo por toda la vida,
el amor más grande es el que aprendemos de su Creador,
lo conoces por la Palabra de Dios, por el Espíritu Santo.
Ese amor verdadero es el que su Hijo dio por ti,
es el mismo amor que brota en tu corazón
cada vez que miras con ojos de bondad a tu prójimo,
es el que se refleja cuando tomas el dolor "ajeno" como tuyo.
Cuando logras percibir en tu prójimo el valor de la sangre de Cristo,
entonces es cuando en verdad sientes una gota del amor celestial.
Deja que el amor de Dios brote en todo tu ser.

Por la Palabra divina, La Biblia, conocerás el amor más grande: Dios.

NC